LA CIUDAD
Himno de Berisso
En agosto de 1990 el Concejo Deliberante llamó a concurso público para seleccionar la letra del Himno de la ciudad de Berisso.
Para esta tarea se conformó un jurado que estuvo integrado por Hilda Morgada, Mariano García Izquierdo, Héctor Fabris, Julio Coronel y René Velásquez.
El trabajo elegido como ganador fue el presentado por Aníbal Guaraglia.
Por resolución del Ejecutivo Municipal se ratificó la decisión y en una sesión especial realizada el 20 de junio se premiaron a los tres mejores textos.
El primer puesto fue para Anibal Guaraglia, el segundo para Pascual Felli y el tercero para Juan Lupac.
En 1991 se promulgó una Ordenanza que estableció que la música del Himno fuera la compuesta por el músico Carlos Sosa.
adolescente y bella,
te enviaron amores
el hambre y la guerra.
Te dio su apellido Juan,
aquel pionero,
que trajo la industria
de los saladeros.
En todos los idiomas
te pidieron pan.
En todos los idiomas
te pidieron paz.
Distintos colores
de piel y banderas,
iguales deseos
de una vida nueva.
Berisso, barro
monte y esperanza...
fábrica y obreros
puerto, barco y añoranza.
Cautivaste a todos
tú, dulce muchacha,
sembraron tu vientre
con pequeñas patrias.
Maduro en tu seno
ese fruto nuevo
y diste a luz niños
de todos los pueblos.
Tu amor es ejemplo
para los humanos
no importa el origen
¡son todos hermanos!
Para esta tarea se conformó un jurado que estuvo integrado por Hilda Morgada, Mariano García Izquierdo, Héctor Fabris, Julio Coronel y René Velásquez.
El trabajo elegido como ganador fue el presentado por Aníbal Guaraglia.
Por resolución del Ejecutivo Municipal se ratificó la decisión y en una sesión especial realizada el 20 de junio se premiaron a los tres mejores textos.
El primer puesto fue para Anibal Guaraglia, el segundo para Pascual Felli y el tercero para Juan Lupac.
En 1991 se promulgó una Ordenanza que estableció que la música del Himno fuera la compuesta por el músico Carlos Sosa.
Letra del Himno a Berisso
Hija del ríoadolescente y bella,
te enviaron amores
el hambre y la guerra.
Te dio su apellido Juan,
aquel pionero,
que trajo la industria
de los saladeros.
En todos los idiomas
te pidieron pan.
En todos los idiomas
te pidieron paz.
Distintos colores
de piel y banderas,
iguales deseos
de una vida nueva.
Berisso, barro
monte y esperanza...
fábrica y obreros
puerto, barco y añoranza.
Cautivaste a todos
tú, dulce muchacha,
sembraron tu vientre
con pequeñas patrias.
Maduro en tu seno
ese fruto nuevo
y diste a luz niños
de todos los pueblos.
Tu amor es ejemplo
para los humanos
no importa el origen
¡son todos hermanos!